viernes, enero 28, 2011

El disfrute

La cosas son extrañas. La gente es extraña. Pero hay algo que siempre me ha llamado la atención: el que todos queremos lo que no tenemos o nos preocupamos de lo que hemos perdido sólo cuando lo perdemos.

Las relaciones humanas muchas veces velan por un estado de Status Quo eterno, en el que los errores, fracasos, aciertos y triunfos se ven más como una amalgama de hechos sin sentido en pos de una misión única que, como la gran variabilidad propia de nuestra vida, es constantemente vapuleada por las circunstancias personales y externas.

Me he dado cuenta que somos muchos quienes buscamos una seguridad aparente en pos de una locura constante. Cada día nos levantamos a una rutina que sabemos que forzadamente intentamos mantener en el esquema sistémico y que finalmente no nos proporciona nada de lo que realmente necesitamos porque estamos en busca de nuevas experiencias constantes... o las mismas en distintas variantes. El punto es que la sociedad nos indica horarios, deberes, derechos y demases, pero siento que hace falta un derecho y un deber inclaudicable de preservar para nuestra vida: el derecho a disfrutar. Y el disfrutar es algo que parece que nuestra sociedad interpreta como algo malo. Cada vez que disfrutamos siempre hay alguien diciendo "no te vayas a acostumbrar"... ¿Y qué si me acostumbro?

El problema es que no vemos el poder del disfrute en nuestra vida. Estamos tan metidos en como vivir para que la sociedad nos acepte, con sus cuentas, sus fichas, sus leyes, sus obligaciones y millones de etcéteras más, que se nos olvida que la vida es una y que si te mueres mañana las cuentas serán lo menos importante en tu vida. El disfrutar de las pequeñas cosas, de los momentos, de esos destellos de alegría, amor, deseo, amistad, compañerismo y a veces los mismos valles tranquilos de la soledad absoluta, son los que hacen de cada día uno distinto, un mejor o peor, uno que valga la pena vivir.

¿No te dan ganas a veces de dejar de pensar en qué harás mañana y pensar en que estás haciendo hoy? La proyección es la que mata nuestro presente. La vida se pasa en planes y proyectos, de los cuales pocos ven la luz. A veces es mejor quedarse sentado mirando por la ventana y fumar un cigarrillo mientras la gente corre, grita, pelea y muere luchando por lograr sus metas. La vida puede ser tan distinta si sólo te pones a mirar con atención. El tiempo pasa más lento si te dedicas a observar. La idea es que dejemos de pensar en mañana, dejemos de sentir que debemos ser rectos, puros, virginales y centralizados, ser un puto engrane más... porque los engranes no tienen sueños, los engranes no saben reír, los engranes no sienten el calor de un abrazo y no pueden gritar de alegría.

Si, la vida puede ser una soberana mierda en muchos aspectos, pero al fin y al cabo es sólo el tránsito entre momentos de placer y disfrute.