Las vacaciones soñadas. Esas eran hasta hoy mis vacaciones en México, donde visité las ruinas de Teotihuacán, las de Chichen-Itza y además descansé en un hotel "todo incluído" durante unos 5 días, cosa que jamás había hecho antes y que debo decir que me generó momento por demás gratísimos. El viaje estuvo plagado de momentos felices, sorpresas, descubrimientos únicos referentes a las culturas que toda la vida soñé conocer. El problema fue a la vuelta de este viaje. Salí a las 8:30 am desde Cancún para tomar mi vuelo hasta México DF. Luego hice la combinación que me llevaría a Santiago, pero haciendo una escala obligada en Lima. El problema partió con el avión. Contratamos todo con LAN y, aunque sabíamos que los vielos internos serían con Aeroméxico, los Internacionales serían con LAN. Cuál no sería nuestra sorpresa cuando el vuelo se convirtió en un Aeroméxico de dimensiones muy menores al estipulado para la cantidad de pasajeros que abordamos. Esto produjo que el vuelo se retrasara por 1 hora debido a que tuvieron que sacar combustible apra dar con el peso que necesitaba el avión para partir.
Nuestra sorpresa fue mayúscula cuando llegamos al aeropuerto de Lima, habiendo aguantado las peores turbulencias que nos hayan tocado alguna vez en un vuelo internacional, en un "calambrito" que sonaba como si que se iba a partir en dos. En este punto nos señalan que estamos retrasados para nuestro vuelo de conección hasta Santiago. Debimos correr como locos, saltándonos revisiones, esperando que nada se nos olvidara, sólo para llegar a la puerta de arribo a nuestro vuelo, que esta vez sí sería de LAN. Cuando por fin llegamos a la puerta 17 del aeropuerto de Lima, el que recibía a los pasajeros nos dijo que habíamos perdido el vuielo, estando el avión aún en la manga de despegue. Salieron al paso explicaciones fallidas, se pasaron la pelota desde Aeroméxico hasta Lan y viceversa, el avión se fue y quedamos 13 personas extraviadas en este aeropuerto: 5 chilenos con destino final en Santiago y 8 coreanos cond estino final Rio de Janeiro. Entre los chilenos, 2 parejas (un par de hermanos y nosotro) y Pamela Lerois de Mega. De los coreanos sólo una hablaba algo de inglés y tratamos de ayudarla en su problema. Tuvimos que esperar durante 1 hora (desde la 1:00 am hasta las 2:am) apra recibir el chaparrón que nuestro próximo vuelo sería a las 7:00 am en otro avión LAN. Así, nos montamos en el macho y exigimos una restitución de algún tipo, consiguiento un salón VIP mientras esperábamos el arribo de nuestro avión. Y aquí estoy, esperando que lleguen los nuevos pases de abordaje, esperando una hora prudente para llamar a Santiago y decir que llegaremos tarde, tratando de conciliar un sueño esquivo, preocupado por nuestro equipaje y los múltiples obsequios que traemos.
Y la lata es que ni siquiera tengo hambre como para reventarme con el buffet del VIP.