Cuando miro el camino recorrido me voy interiorizando de mis errores y aciertos, muchos de los cuales no han sido del todo fructíferos ni me han dado tan buenos recuerdos, pero de algo estoy seguro: puta que he aprendido. Espero que siempre la vida me siga sorprendiendo como lo ha hecho hasta ahora, con dolor y alegría, por que si no sería una soberana lata. Agradezco a quienes han hecho de mi vida una vorágine incontrolable, llena de experiencias locas, extrañas, amables, tiernas, sexys, duras, dolorosas y tristes. Sé que el día de mañana cada uno de estos hechos marcarán mis decisiones futuras. Hoy por hoy las atesoro como lo que son, los cuadros colgados en la gran galería de mi existencia.
Gracias a quienes me han hecho parte de sus vidas. Espero haberles entregado algo bueno que recordar. Y para quienes aún no me conocen, espero sorprenderlos...