Las líneas que escribo las inspira un hombre a quien siempre he admirado y a quien quiero demasiado: mi hermano. Se que la vida nos ha jugado muchas veces mal, en contra, que nos ha tratado a veces con la punta del pie, pero también nos ha dado alegrías que superan con creces nuestras expectativas. Y aunque ahora estés en un momento difícil, debes saber que estamos hechos de buena madera. Somos fuertes, somo capaces y únicos. Somos quienes damos el paso adelante sin importar los abismos. Y mañana y los días venideros serán cada vez mejores. Tengo fe en ti, toda la fe del mundo. Eres grande, hermano.