Dicen que cuando uno tiene varios tipos de ideas o pensamientos es una persona disgregada. Y en cambio, cuando uno tiene unas sola idea en la mente es un obseso. De esta última característica mental es de la que nuestras creencias religiosas se aferran con uñas y dientes para establecer la supremacía sobre que debemos o no creer.
Hace un par de días Benedicto XVI, excelentísimo Papa de la Iglesia Católica, Santo Padre de la Iglesia y máximo pastor de las ovejas occidentales, dio una conferencia de prensa muy austera sobre el avión que lo transportaba en una nueva gira (y dicen que la iglesia tiene problemas de dinero...) En esta rueda de prensa Benedicto "Palpatine" XVI dijo que algunas cosas (por primera vez en siglos) pueden ser reinterpretadas. Y habló de las epifanías de Fátima y sobre el fin de la iglesia predicho en aquella ocasión y el fin de los tiempos contemporáneos. Y atinó a decir que su interpretación nueva y fulgurante es que se refiere a los curas que competen pedofilia y abusos dentro de la propia iglesia. Digamos que se las dio de profeta interpretando la caída del templo y su reconstrucción en 3 días. Pero la diferencia es que a él no lo escuchan. ¿Porqué? porque la iglesia católica pasa por su peor crisis. Una crisis que no puede ser sanada con nada excepto reformas fundamentales en su estructura y dogmas.
Por primera vez en siglos los sacerdotes y obispos discuten sobre eliminar el celibato como una regla prioritaria del sacerdocio y dejarlo a la propia elección. También se alzan por primera vez voces para que las mujeres puedan ser sacerdotisas, para que no se trate al homosexualismo como una enfermedad o una elección (el mayor error que cometieron fue decir que no hay homosexualismo en otras especies cuando hay demasiado casos comprobados), para que la iglesia deje la política de lado y se dedique a lo que tiene que hacer y muchas otras cosas que es demasiado largo de cuantificar. Pero todas estas voces se pierden en el viendo del conservadurismo extremo, la pechoñez de algunos y sobretodo la venda que ciega al Vaticano y su séquito de dirigentes eclesiásticos que siempre han aprobado el sistema de statuo quo antes que cualquier otra posibilidad de reforma o crítica a la forma en que hacen las cosas.
Este es un momento muy importante para esta religión. Se vienen tiempos difíciles, extremistas, fundamentalistas y dogmáticos que chocarán con las corrientes reformistas y liberales que se escuchan en todo el mundo. Cuando estamos aún en las primeras etapas de este milenio es impresionante encontrar tanta ciencia y tecnología conviviendo a la par con pensamientos creacionistas y dogmas anti ciencia. Pareciera que nunca vamos a llegar un concenso sobre nada aquí.
Tal vez es hora de formar mi propia religión. El yoísmo.
Crónicas de la vida diaria. Las cosas que vemos, las que no y las que simplemente no queremos ver.
jueves, mayo 13, 2010
domingo, mayo 02, 2010
Leyendo nuevos libros
Es raro, pero pareciera que siempre he sido un lector lento. Como que leo la hoja y la reviso varias veces antes de pasar a la siguiente, esperando no perder detalle sobre lo que pasa en la trama o la descripción de tal o cual personaje. Y en la vida me pasa lo mismo.
Y es que entre toda la vorágine que estoy viviendo, desde que me separé no he podido dar la vuelta a esa página del todo. Aunque estoy tranquilo, manejo mi vida bastante bien, vuelvo a leer y releo cada vez las últimas líneas de esa hoja esperando entender las cosas. Y tengo tomada la página desde una de sus esquinas hace mucho rato, pero la mano no me ha obedecido para dar la vuelta completamente y seguir leyendo lo que viene más adelante. Y otros en cambio tienen esa capacidad, leen rápido, dan vueltas las páginas como si fuesen cartas en un mazo y buscan la siguiente esperando una nueva emoción, una nueva forma de vivir. Y eso me ha afectado mucho.
Puede ser que internamente me he vuelto un adicto a releer las cosas en mi vida, pero también se muy en el fondo que las otras páginas que me esperan pueden ser distintas, mejores o peores.
Y hoy creo que estoy preparado, después de revisar bien la última página, de por fin pasar a la siguiente. Quien sabe que historias vendrán más adelante.
Y es que entre toda la vorágine que estoy viviendo, desde que me separé no he podido dar la vuelta a esa página del todo. Aunque estoy tranquilo, manejo mi vida bastante bien, vuelvo a leer y releo cada vez las últimas líneas de esa hoja esperando entender las cosas. Y tengo tomada la página desde una de sus esquinas hace mucho rato, pero la mano no me ha obedecido para dar la vuelta completamente y seguir leyendo lo que viene más adelante. Y otros en cambio tienen esa capacidad, leen rápido, dan vueltas las páginas como si fuesen cartas en un mazo y buscan la siguiente esperando una nueva emoción, una nueva forma de vivir. Y eso me ha afectado mucho.
Puede ser que internamente me he vuelto un adicto a releer las cosas en mi vida, pero también se muy en el fondo que las otras páginas que me esperan pueden ser distintas, mejores o peores.
Y hoy creo que estoy preparado, después de revisar bien la última página, de por fin pasar a la siguiente. Quien sabe que historias vendrán más adelante.
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