sábado, noviembre 28, 2009

El orgullo sincero

Cuando uno ha luchado toda su vida por alcanzar el éxito y el reconocimiento sin lograrlo y ha tenido marcado a fuego el deseo de proyectarse y dejar un legado tras de sí, es difícil darse cuenta que no lo has logrado simplemente porque no se dieron las cosas. Hay otros en cambio que jamás lo buscan, sólo hacen un trabajo excelente y por esas extrañas justicias divinas terminan recibiendo lo que se merecen.

Eso es lo que pasó con Paula Sepúlveda, mi mujer. Siendo la encargada de gráficas para los reportajes de TVN nunca esperó recibir elogios ni ser ensalzada por su excelente desempeño. Con cuidado, profesionalismo y dedicación aprendió y realizó un trabajo para el que nunca creyó estaría suficientemente preparada, pero lo logró manejar, pulirse y perfeccionarse hasta un punto que sorprende gratamente.

Así fue como ayer, en el Teatro Caupolicán y ante 2000 personas, esta mujer se levantó de su silla y recibión junto al equipo de Informe Especial el "Copihue de Oro" máximo galardón entregado por el diario "La Cuarta" reflejo de la votación popular para reconocer a los mejores entre los mejores. Y por primera vez saboreó el éxito y el reconocimiento masivo, sin buscarlo, sin sentirlo un objetivo en la vida. Paula llegó a la cima siendo quién es y teniendo convicción en sí misma, sin mediar escándalos, pitutos o amiguismos.

Por eso le dedico estas líneas, porque es un ejemplo de perseverancia, de humildad y trabajo duro. Me siento orgullo de ser su esposo. Felicidades, Paulita.

No hay comentarios.: