No creo que sea posible lo que pasa hoy. Hasta hace unos momentos tuve el irrefrenable instinto de comprarme algo a la salida del trabajo, específicamente algo para comer. Como era de esperarse me dirigí al kiosko de turno en busca de lo que sería mi merienda de hoy. Pero el problema es que no encontré lo que buscaba. Entre tanto producto nuevo, todo derivado de una masa café que asemeja vagamente a un chocolate a lo que se le adosa cualquier otro elemento que invite a investigar que mierda se está comiendo uno.
Fue entonces cuando me vino el recuerdo y las añoranzas de cuando el kiosko era un kiosko de verdad, no un bazar donde hay de todo menos “snacks”. Snack... interesante palabra... creo que para mi niñez correspondería la denominación “colación” o porqué no, el conocido “cocaví” (o lo que caiga en el recreo).
En esos momentos era lo mejor del mundo comprar en el kiosko. Claro, porque uno iba y si tenía suerte, encontraba productos nuevos. Lo mismo en los negocios del barrio. Era genial, por ejemplo, en los almuerzos familiares de domingo tomar una Brama Guaraná en sus botellas medias marcianas. O para los más niños disfrutar de una Dr. Nobis. Para mi hermano, que era mayor, todo un lolo, era mucho más atrayente tomarse una cocacola desechable de esas gorditas de vidrio o una Tab o por qué no comprar una coca de 2 litros que tenía el envase con el poto negro. Pero claro que esas eran las bebidas más consumidas. No olvidemos que alguna vez fue novedad la Limón Soda, la Kem Piña o la Mirinda.
En el recreo era otra cosa. No podían faltar las papitas fritas Ideal (una pregunta: ¿alguien sabe por qué eran verdes? ¿con qué tipo de papa mutante se hacían?), un Kapo de piña (con sabor a piña) y por supuesto el infaltable super 8, doblón o por qué no la mayor atracción para los niños de mi generación: las ramitas CENA. ¡¡¡¡Siiiiii!!!!! Cena era la marca que lograba calmar nuestras ansias de frituras. Y no eran las ramitas Cena como todas las ramas que hay hoy, que son de queso (espolvoreado) o saladas. No, ellos tenían una variedad que también incluía Jamón y Picante (ambas, las más exquisitas que pudieron existir alguna vez). Por supuesto, su queríamos algo más dulce estaban las Rayitas, los porotitos de dulces y esos arroces que venían en unas bolsas de plástico rosadas. Con el tiempo supe que las bolsas no eran rosadas, sino que los arroces estaban pintados de ese color y se traspasaba a la bolsa (alimenticio, ¿no?) También era exquisito el comerse unos gatolates o traga-traga tomando una Free, que por qué no decirlo, era la versión chilena de la Coca-cola o la Pepsi. Claro que nunca se declaró una “Guerra de las Colas” entre la Free y las marcas
Transnacionales. Claro que la competencia con la Pepsi no duró demasiado, ya que su slogan “tome Pepsi y deje que el sabor DECIDA” se interpretó como “de-SIDA” por lo que la gente no quiso tomarla más porque “daba SIDA” (si seremos hueones...)
Los chirricos de queso y los filitos de papa (filitos...¡uy que nervios!) eran infaltables a la hora de las convivencias, así como los suflés dulces y los de maní. Recuerdo que cuando en los paseos un compañero se quedaba dormido, era típico ponerle filitos en todos los orificios posibles (lo que producía ahogos momentáneos).
Si alguien piensa que Chéster es algo rico, debería pensar en los originales los FONZIES, una masita con queso que dejaba nuestras bocas, manos, bolsillos, camisas y todo lo que tocábamos con un agradable color naranjo. Los elementos de uso diario como los Inkat, que eran tan baratos, tan sin gracia, pero tan, tan, tan adictivos o los Ricolates, a su módico precio de $30 c/u y que luego de un año se devaluaron a 10 x $100. También las sustancias, helados calientes (o de invierno) las guagüitas, con ese polvito indefinido que nunca permitió develar un oscuro enigma: ¿eran guaguas o momias?. Las malvas con esa consistencia que era entre dura y blanda, entre seca y más seca, chiclosa como ella sola. Las cocadas eran algo que siempre compraba con el vuelto del pan. No importaba cual fuera su origen, siempre eran tan ricas... O comer en el recreo un Natur (sano y liviano...¡vamos al grano!) de arroz o de maíz. Incluso hacíamos competencias para ver quien lograba tragar más Natur de una vez o los lanzábamos al aire para tragarlos en pleno vuelo... no faltaron los que quedaron con Natur en los ojos.
El yogurt era de otra forma. Soprole tenía todos sus yogurt con una consistencia casi como un flan. Nestlé era aguado (como siempre) y existía el fabuloso yogurt DANON, que era tan rico que a las niñas se les subían las trenzas. También figuraban los ULA y los Yely
Los helados de antes eran de tres marcas: Savory, Bresler y Chamonix. Estos dos últimos no salvaban a nadie, pero tenían dos instituciones nacionales: el Fredo y el Crazy (si, Savory lo compró después). Por su parte también existían helados como el láser, el centella, stereo, danky muac, nifty, los vasitos de helado, Pipo el mirón, el tirabuzón, el cremino (no se si alguien lo compró alguna vez), etc.
Por último estaba la sección NO-alimenticia, constituída por cualquier cosa que se masticara por largo rato. Aquí pululaban los Candy, los koyak, los Bowling (koyak inmensos) y los plop! (con chicle y normal). También habían unos candy que eran unos cubos gigantes y que lo único que recuerdo es que cuando los comíamos babeábamos a rabiar, incluso no pudíamos cerrar la boca. En los chicles, los Bubblis, Fresen Up y la primera versión de Grosso.
Los jugos Ambrosoli (malos desde siempre) tenían unos competidores muy grandes: Sip-Sup, Flavor Aid y Yupi.
Claro que no podemos olvidar los chocolates de calaf que estaban rellenos de malvavisco y tenían una cubierta de papel metálico.
Realmente, las nuevas generaciones se han perdido de las gracias de comprar con 10 pesos.
Scowy
13 comentarios:
jaja, que recuerdos me trajo tu historia, muy buena.
con respecto a "También habían unos candy que eran unos cubos gigantes y que lo único que recuerdo es que cuando los comíamos babeábamos a rabiar, incluso no pudíamos cerrar la boca"
supongo que te refieres a los "Kegol" y también habían unas calugas parecidas en nivel de anilina, pero mas pequeñas (y costaban la mitad, 5 pesos) los "Tucan".
Saludos, Rodrigo
Uta, qué excelente crónica!
Yo recuerdo los chicles Bazooca y un helado de Savory que me encantaba, se llamaba Vampiro, pero nadie lo recuerda :-(
Gracias por traer nostalgias tan lindas de mi infancia.
Natalie Alegría.
Gracias Natalie
Vampiro...........si...............!!!! lo que pasa que la popaganda de ese helado era múy múy entrete...................!!!!!!!!!!!!!
y las pastillas media hora??? k decian eran de coca-cola kajasja
Muy cierto, los media hora la llevaban
mi niñez partio el año 78 con 5 añitos, y recuerdo un pastelillo parecido al chocman de hoy llamado "mironga" y salia en el spot florcita motuda como en del 1/2 hora, habia un jugo en polvo que se llamaba blakie y era de sabor a coca cola, sin gas por supuesto, unos masticables llamados clock, y en el envoltorio entremedio de la "o" salia un pajarraco, habia de chocolate y menta, las pastillas en caja llamadas "pololeando con fruna", los chicklets adams, tambien en cajita, esos dulces que los envolvian en papel selofan y los colocaban en unos jinetes de plastico o en las patas de sus caballos, eran como samurais y tenian lanzas, los mas dificiles de conseguir eran los jinetes o caballos de color blanco, los zombies crack, de frito crack como los filitos, y esos polvitos como jugo en polvo pero que explotaban en la boca, hasta hace poco tiempo aun creo que lso vendian por hay.
jajaja muy buenos recuerdos!
Encontre este blog por casualidad,pero no puedo dejar de compartir y estar de acuerdo en lo que lei mas arriba..las ramitas "cena",probablemente los inventores de tan rico matahambre...aun recuerdo que existian saladas y picantes,mas antiguas de lo que otros colaboradores dicen,en mis recuerdos por alli por 1978...mas antiguas que los chistes de coco legrand...si algun dia,en chile,existio algo llamado "ramitas" estas eran CENA...y eran exquisitas...y ojo,nadie murio por comerlas,jaja¡...saludos
los 303...los formula 1....los milcoa....los chupetes topoyiyo, las galletas competa (venenosas)
Los pollitos que explotaban eran los " petazeta" que son de origen español, como olvidar comprar una coca cola y meterle una piedrecitas para que se subiera, los chicles dos en uno de.platano, después los miti miti, de chocolate menta, que lindos recuerdos, que tiempos hermosos, donde.comiamos.lo que queríamos en el.recreo y no eramos obesos, pero si éramos felices.
Gracias por transportarme.a.la.niñez
Venga la brahma guaraná
Salud
Las mejores ramitas cena ,con picante envase naranjo en la retina la tengo bellos recuerdos
uhhhhhh.....y los pop soda!!!?
esos koyak con un polvito efervecente dentro.....
qué recuerdos!
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