Crónicas de la vida diaria. Las cosas que vemos, las que no y las que simplemente no queremos ver.
miércoles, diciembre 09, 2009
Apagando un fuego añejo
Es aquí donde todo se vuelve nebuloso. Si, hay algo extraño en el aire desde hace meses y me viene dando vuelta la idea de que las cosas no son tan así como todos imaginan. Hace varios meses que una gran cantidad de caseríos del casco viejo de Santiago han quedado vueltos cenizas. Parece una epidemia; semana tras semana hay noticias de al menos dos incendios de caseríos, cités, edificios antiguos de bellas fachadas e interiores oscuros, hediondos y sobrepoblados de inmigrantes que cuando quedan en la calle se dan cuenta que hasta sus ahorros se han ido con el fuego. Y lo extraño es que ha afectado a barrios que están muy bien ubicados, en sectores completamente accesibles para los carros de bomberos, pero son tan explosivos que los voluntarios bomberiles no alcanzan a llegar hasta que es demasiado tarde. Y lo peor es que no queda nada más que la fachada escuálida que irremediablemente tendrá que ser botada para evitar alguna desgracia mayor.
Y es entonces cuando uno puede comenzar a conjeturar al respecto. ¿No será producto de la avaricia inmobiliaria? Claro, porque todos esos caseríos en su mayoría eran arrendados y subarrendados por dueños usureros y sin ningún tipo de vergüenza, quienes ganaban por cada persona que vivía en el lugar, así que si cabían veinte en una habitación, perfecto. Y ninguno arreglaba nada, no tenían ningún miramiento en cobrar, pero la gente vivía como indigentes. Entonces, si una casa de esas se quema de esa forma... ¿acaso un dueño así se dará el trabajo de reconstruir? Difícil se ve el panorama. Es entonces cuando las inmobiliarias llegan con su dossier de carpetas y un par de ejecutivos muy terneados acompañados de una bella mujer que cierra la comitiva. Y los dueños se ven ante el salvavidas divino: estos ángeles de la construcción les compran ese terreno quemado y desprovisto de cualquier utilidad en un muy buen precio y además ellos hacen todos los trámites y se preocupan de la demolición. Negocio redondo, ¿no?
Y da para pensar que tal vez todos estos incendios tengan un origen común, intencionado y lucrativo. En Argentina es una práctica usual, ya que los propietarios no quieren entregar sus casas, pero cuando se queman barrios enteros son las inmobiliarias las únicas que les pueden dar dinero por ese terreno yerto. Entonces ¿quienes son los grandes ganadores de la epidemia de incendios? ¡las inmobiliarias! Claro, porque si siempre son ellas las que se encargan (cual funeraria) de todos los trámites y hacen ofertas cuando todavía los fierros de la construcción están calientes por el incendio recién apagado, es cosa de unir los puntos y mirar la figurita que nos queda para colorear.
sábado, noviembre 28, 2009
El orgullo sincero
Eso es lo que pasó con Paula Sepúlveda, mi mujer. Siendo la encargada de gráficas para los reportajes de TVN nunca esperó recibir elogios ni ser ensalzada por su excelente desempeño. Con cuidado, profesionalismo y dedicación aprendió y realizó un trabajo para el que nunca creyó estaría suficientemente preparada, pero lo logró manejar, pulirse y perfeccionarse hasta un punto que sorprende gratamente.
Así fue como ayer, en el Teatro Caupolicán y ante 2000 personas, esta mujer se levantó de su silla y recibión junto al equipo de Informe Especial el "Copihue de Oro" máximo galardón entregado por el diario "La Cuarta" reflejo de la votación popular para reconocer a los mejores entre los mejores. Y por primera vez saboreó el éxito y el reconocimiento masivo, sin buscarlo, sin sentirlo un objetivo en la vida. Paula llegó a la cima siendo quién es y teniendo convicción en sí misma, sin mediar escándalos, pitutos o amiguismos.
Por eso le dedico estas líneas, porque es un ejemplo de perseverancia, de humildad y trabajo duro. Me siento orgullo de ser su esposo. Felicidades, Paulita.
viernes, noviembre 06, 2009
La Ola
Hacía rato que una película no me daba vueltas en la cabeza por tanto rato. Y es que la película alemana "La Ola" (Die Welle) es un radiografía a la sociedad mundial en su conjunto.
Partamos de la base que es sobre una clase de educación cívica hecha por un profesor que usa métodos modernos y de participación con sus alumnos. De esta forma les enseña sobre la Autocracia. Para quienes no conocen el concepto, la autocracia es el gobierno que uno o unos pocos ejercen sobre el pueblo con poder absoluto, no necesariamente a través de un golpe militar o de una guerra civil, pero que termina siempre en una dictadura cerrada, clasista y que desmedra todos los niveles sociales. El ejemplo más claro es el Nazismo en el Tercer Reich, pero también tenemos varios ejemplos latinoamericanos (Chile tuvo su pequeña autocracia con la dictadura de Pinochet y Patria y Libertad, la CNI y la DINA).
El punto es que siempre se ha pensado que una dictadura y un movimiento como el del nazismo es impensado en los tiempos modernos. Esta película nos revela que la cosa no es tan así. Siempre las masas pueden manipularse y así dar paso a la fe ciega, las agrupaciones extremistas y las muestras de repudio por quienes no forman parte del propio grupo. Y actualmente en Italia los jóvenes se han vuelto muy pro-fascismo, tanto así que se están agrupando en algo parecido a las primigenias patrullas de camisas negras o en el caso de la Alemania de Hitler, los camisas pardas.
Y es preocupante. Siempre el comunismo y el fascismo van de la mano de la alienación de sus integrantes, la degradación de los distintos y la prohibición de todo aquello que el régimen de facto determine proclive a intereses contrarios. La libertad de expresión es improbable en esas situaciones.
¿Alemania o Europa pueden volver a tener fascismo? Sí, es una posibilidad. Y no es una muy lejana. ¿Chile puede caer en una nueva dictadura fascista? Esperemos que no. Y de haber un pronunciamiento militar, creo que el pueblo chileno actual tendría muchos más cojones que nuestros padres y abuelos para rechazar tal indignante situación. La democracia no es la panacea que permite a todos la igualdad, pero hasta ahora es el único sistema que nos permite un poco de libertad creativa, social y cultural. Las oportunidades no llueven, es verdad, pero tienes la opción de ser quien quieres ser.
La vida de las dictaduras siempre es una constante en el mundo, auspiciadas por megalómanos ávidos de poder ilimitado y por seguidores, creyentes acérrimos de la palabra que un tipejo sin mucha cultura y con mucha autoestima, que es capaz de grabar a fuego en sus mentes las mentira con que alcanza el gobierno. Está en nuestras manos evitar que en Chile vuelva a ocurrir algo así.
martes, octubre 20, 2009
Santiasco
Los viajes interminables para encontrar lo que sea que necesites, todo está lejos, el clima muchas veces es apestante (sobre todo el invierno eterno que vive el sur de Chile y sus bosque mojados) y además no hay muchas opciones de surgir porque la mayoría de los empleos con una gama aceptable de variantes está en Santiago. Entonces... si Santiago es tan malo, feo y contaminado ¿por qué no se quedan en sus pueblos y dejan de venirse aquí a buscar pega? y además ¿qué tanto si soy de Santiago? a mucha honra cargo dos kilos de humo en los pulmones desde los 5 años, soy desconfiado hasta de mi sombra y tengo que soportar los hedores de 5 millones más que caminan a mi lado por la calle y en el metro. Pero aún así no cambio nada, Santiago es y será mi ciudad, aunque la critiquen, la tachen de antiregionalista y nos digan pedantes.
Soy Santiaguino ¿y qué?
miércoles, septiembre 23, 2009
Justicia Ciega
Hay momentos para todo. Los hay para escuchar, mirar, obedecer, sentir, admirar, reír, llorar, sufrir e incluso para amar. Los hay cortos, largos, ínfimos y eternos, sin que ninguno de ellos sea por tanto más o menos importante. Todos los momentos que llenan nuestra vida tienen un peso similar.
Pero hay momentos que parecen una vida y aunque tratamos de olvidarlos toda nuestra existencia, no hay vidas que nos permitan borrar lo que sentimos por su culpa. Y uno de esos momentos ocurrió hace un par de noches a las orillas del Canal de Ramón. Una pareja de jóvenes pololos (ella 14 y él 15) caminaban a las cero horas por el parque que bordea el canal. Habían visto una película en el cine Hoyts de la reina (al que soy muy asiduo) y luego el tierno pololo encaminó a la joven adolescente hasta su casa. La distancia era mucha, pero a esa hora las micros no pasan, así que se aventuraron amparados en la luminaria urbana.
Al llegar a la esquina de Eliecer Parada, un tipo de 28 años, sucio, maloliente, que se comía las uñas y que portaba un gollete de botella como arma, los amenazó, golpeando al muchacho, obligándolo a desnudarse, amarrándolo de pies y manos junto al río. Luego tomó por el brazo a la joven y la arrastró unos 500 metros para violarla en dos ocasiones.
Los vecinos fueron quienes se percataron de lo ocurrido, cuando la niña de sólo 14 años golpeó la puerta de una casa y reclamó ayuda. El joven, que ya sin voz seguía gritando por ayuda, fue socorrido por otros vecinos que lo encontraron colgando hacia las aguas del canal completamente desnudo. La familia de la joven, que alertados por la tardanza y por la extraña forma de contestar el teléfono que tuvo cuando estaba con su captor, la encontró cerca de su barrio, la llevó al IML y luego a un hospital. La píldora del día después fue recetada por un médico de la clínica alemana que la atendió con posterioridad, pero no pudieron encontrarla en ninguna farmacia del barrio alto.
Pero, más que píldoras, gritos o ambulancias, el momento más largo en la vida de esa joven fue cuando ese tipo sucio, maloliente y con mirada lasciva la penetró sin ninguna compasión, sin miramientos, disfrutando cada uno de los estertores que sistemáticamente reflejaban en el cuerpo de la muchacha el rechazo, el dolor, la rabia, la angustia y la desesperación de tener que soportar ser violada para salvar con vida. Esos minutos de congoja, esos minutos de silenciosa agonía que nadie percibió, que a nadie en ese momento le importó.
Ese momento es el que quiero rescatar. Quisiera atraparlo de alguna manera e insertarlo en la mente de todos los putos agresores sexuales y hacerlos vivir ese momento cada minuto, hora, día, mes y año de sus vidas, que sientan como les rompen el alma mientras les separan las piernas y les quitan la dignidad con el único propósito de causar miedo, terror y angustia, que sientan en su piel el roce que les cause asco, que se sientan minimizados, que cada célula de sus cuerpos sienta el terror y el desazón, la amargura de saber que jamás podrán sacarse el olor a ese monstruo que los viola. Sí, les haría esa tortura, repitiendo en ellos cada instante, haciéndolos víctimas de sus propios actos, de su propia mierda.
Ojalá pudiésemos darle este escarmiento a esa tropa de degenerados que usan nuestras calles como su zona de caza.
sábado, agosto 22, 2009
El otro periodismo
Creo que una de las personas que más admiro es mi mujer. No quiero parecer mamón ni nada, pero es así. Siendo una comunicadora audiovisual como yo, sabe mucho de muchas cosas, es la gracia de esta carrera, en la que hay que saber de todo para hacer propuestas nuevas. Pero a pesar de todo lo que la admiro por su capacidad cognitiva, su sentido del humor, su perspicacia, belleza y varios otros atributos que no es necesario nombrar en detalle, tiene un placer culpable que me crispa los pelos. Bueno, todos tenemos esos placeres culpables (como yo que siendo rockero de corazón no puedo dejar de cantar las canciones de Miguel Bosé de los ‘80 ¡horroooooooor!)
Bueno, el punto al que voy es que tiene dos placeres culpables.El primero consiste en ser asidua telespectadora de las alfombras rojas de todo tipo de evento. Y no es de las personas como mi suegra o como lo fue mi mamá que se veían las alfombras rojas, el evento, el post-evento, los comentarios del día siguiente y los diarios al respecto. No, ella es fanática de las alfombras rojas SOLAMENTE. Es como si fuera al Burguer King y pidiera el Wopper Doble, me comiera las papas y me fuera del local dejando a hamburguesa. Pero bueno, ella lo disfruta así y si es feliz, yo también.
Es el otro placer culpable el que me deja algo agotado. Le encantan los programas de farándula como PRIMER PLANO. Siendo alguien tan inteligente y tan asertiva, lo interpreto como un escape mental, en el que su cerebro descansa viendo la chimuchina farandulera que no tiene más que tongos y buitres del espectáculo. Y es cuando llega el bendito programa de los viernes cuando yo me sumo en una especie de resignación, porque ya vengo cansado de la semana y en estos días de invierno no me dan ganas de quedarme fuera de la cama cuando puedo estar calientito y por último dormirme si quiero a las diez de la noche. Es que la edad ya comienza a hacer mella en mi persona y definitivamente las trasnochadas no van mucho con mi estado actual. El tema aquí es que, al estar cansado, me quedo mirando la pantalla y consumo cada una de las notas que se suceden una tras otra mostrando las calamidades más grandes de farandulandia, con una se colocó pechugas nuevas, otro engañó a su mujer y a su amante con otra más, el que quiere ser famoso a costa de todos los demás y un eterno etc. del cual la Geisha es casi madrina y aparece en el estudio, en un móvil con una pantalla atrás donde sale si hija eliminada en “Pelotón” o en un contacto llorando desde su cama.
Una vez que entras en el mundo de farandulandia te involucras con los conflictos y asientes o disientes de las opiniones vertidas por todos y cada uno de los panelistas del tribunal de celebridades. Y para argumentar mejor el hecho se presentan como pruebas las notas preparadas para ese respecto, como las de Paula Escobar (no es pariente, por si acaso), donde me habla directamente a mí, como si me conociera, dándose ínfulas de saber todo sobre todos cuando habla sobre nada que le importe a nadie. Pero bueno, ese no es el punto que quiero rescatar en estas líneas. Lo que me ha sorprendido es el lenguaje completamente distinto que existe en este tipo de periodismo. Porque mientras en el periodismo regular la investigación y los hechos probados son lo más importante para dar a conocer una noticia, en el caso de los programas de farándula es la intriga, el rumor, el tongo y la tanga. Y no sólo eso. Si antes las mejores notas se armaban con las frases que se habían logrado a punta de esperas, averiguaciones, encontrones y desaguisados entre periodista y entrevistado, ahora las notas son sobre cómo esperan a que alguien atienda el citófono de una casa que puede ser la de la prima del periodista; o vemos como corren tras un auto, una camioneta furgón o hasta carruajes (sí, leíste bien) para lograr alguna frase, la que en la mayor parte de los casos se resume a una sonrisa, una levantada de ceja y un encogimiento de hombros como diciendo “no voy a hablar, pero gracias por seguirme”.
Y es que la farándula se basa en eso, en cazadores con micrófonos y presas que se dejan cazar y que cuando no las logran pillar, muy bien pueden llamar al cazador para decirles en qué restorán se van a encontrar con tal o cual animador de renombre. Y en periodistas que no logran ninguna frase y prefieren mostrar como corren detrás de un auto cada vez que les toca una bendita luz roja.
viernes, julio 31, 2009
Girly style
No sé si seré yo o es el sistema económico en el que vivimos, pero la publicidad me hartó hace bastante rato. Y es que no sólo tenemos que soportar el tener comerciales en la TV y la radio, sino también en los mails con los malditos SPAM; en internet con los popups que salen por todas partes, nos gritan que compremos, nos muestran videos y audios y nunca encontramos la puta “x” para cerrarlos; en los autos, las micros, las boletas de compra de las grandes tiendas, revistas, poleras, zapatillas, pañuelos, en las bolsas y todo aquello que tenga un espacio lo suficientemente grande para meter el logo o el nombre de lo que se quiere publicitar. Y aunque es algo con lo que hemos vivido toda nuestra existencia, me sobrepasa y me siento atacado. Es tanto que ahora mi amor electrónico es el DBOX, porque puedo pasar todos los comerciales con FFW. El problema es que durante la programación también meten las putas huinchitas de “siente la suavidad de…” o “todo mejora con…” ¡¡¡¡AAAAAAAAAHHHHHHHHHH!!!!!!
Bueno, mi mayor reclamo contra la publicidad en general es que nos están matando el amor idealista. Sí, porque cuando uno mira a una mujer y se siente atraído por ella, la ve perfecta, hermosa, única, irrepetible y sin mácula. El problema surge cuando a continuación ves un comercial en que una mujer dice que no puede ir al baño hace como dos meses y que le dieron fibra, la amiga y la mamá le dicen que todas están trancadas y que con el yogurt se les arregló todo, si parecen guaguas cagando todo el día. Entonces nuestra imagen de perfección se nos va al carajo. O cuando nos quieren convencer que todas se tiñen, como si el pelito hermoso que Dios les dio no fuese jamás el que ellas querían para su cuerpo. O cuando parece que todas fueran monos, si hay el triple de comerciales sobre productos para depilar frente a los de afeitar para hombres. Les encanta destruir todo el idealismo del amor puro hacia las féminas con un “¿preocupada por dejar alguna marca? ¡no con la nueva toalla higiénica!” ¡Ay! ¡por favor, se los ruego! todos sabemos que las mujeres son seres humanos que sudan, comen, defecan y hacen todo lo que su cuerpo demanda. Pero, ¿por qué mierda nos bombardean con tanta información? ¿Acaso no ven que el idealismo se va a las pailas y ahora en vez de consolar a la mina que tiene dolor de ovarios sólo vemos un tampón con piernas o a un grupo de minas que le miran el pantalón a ver si se le pasó la toalla?
Por favor, señores publicistas, devuélvannos el amor idealista, ese de la mujer en el balcón de su casa que mira la luna queriendo alcanzarla con sus manos, sin que nos demos cuenta de si sus axilas necesitan el nuevo desodorante con brillo porque son más oscuras de lo normal.
jueves, julio 02, 2009
Víctor, el cesante
Cuando Chile se había abierto hacía sólo unos años a la democracia, momento en que las arcas de instituciones como Codelco eran vaciadas hacia cuentas en Suiza y cuando el grunge gemía sus últimos estertores antes de morir irremediablemente a manos de la música bailable y las Boybands, Víctor encontró una mina de oro.
Sí, Víctor Gutiérrez, el rechonchito periodista que no había logrado gran reconocimiento nacional hasta ese entonces, supo que el padre de Jordi, uno de los niños que vivían con Michael Jackson en su casa de Neverland, había demandado al rey del pop por abusos sexuales contra su hijo.
El caso se convirtió en la bandera de batalla de las agrupaciones contra la pedofilia, se le criticó al cada vez más blanco ídolo musical que quisiera vivir como niño entre niños, se hablo del maltrato psicológico que esos pequeños tendrían y la perfidia que sufrieron por culpa del cantante de casi 40 años, al abusar de ellos e intimidarlos con su dinero y poder.
Así, Víctor viajó a USA y se colocó a las órdenes de la verdad completa y dura, buscando los testimonios de todos aquellos que se vieron involucrados excepto, claro está, de Michael Jackson. Y escribió un libro al respecto, detallando los escabrosos detalles, las tocaciones, el cómo los embriagaba y un cuanto hay de intimidades que el padre de Jordi y algunos cercanos le contaron con lujo de detalle. Y Víctor, diligente, anotó todo en su libretita de Clark Kent.
Cuando Jackson decidió que no iría a juicio, porque eso le destruiría su imagen, el padre de Jordi aceptó un arreglo extra-judicial por 22 millones de dólares. Y Víctor comprendió la horrible verdad: Jackson era culpable de todo. Claro, había pagado por el silencio de estos inocentes que prefirieron el dinero a ver su vida llena de cámaras y a la inseguridad frente a lo que podría llegar a hacer en un juicio el malévolo y plomo cantante.
Cada año que pasó, Víctor dio entrevistas a canales nacionales y extranjeros y siguió publicando. Jackson supo de ésto y se cansó; durante 1997 realizó la demanda en su contra y el jurado apoyó al artista, obligando a Gutiérrez a pagar 2,7 millones de dólares, los que debía entregar en un plazo máximo de 10 años. Víctor fue cauto, se calló un par de meses, pero volvió a la carga hasta el día de hoy, destruyendo la imagen de Jackson, buscando desentrañar lo más oscuro del cantante y por sobretodo vender, vender y vender. Y por supuesto, no pagó un sólo dólar.
Así fue como Víctor se encontró con la muerte de Jacko. El rey del pop había muerto en su casa, después de las arduas jornadas de ensayo para sus 50 shows de regreso en Londres. Y claro, lo invitaron a Primer Plano, el estelar de CHV. Y el regordete periodista se sentó con su parsimonia y acidez habitual a criticar al fiambre sin importar que aún no se sabía la causa de su muerte o qué iba a pasar con sus hijos. No, Víctor, saboreaba su momento; sacó de debajo de la manga una carta nueva: un video que sólo se podía exhibir durante ese programa, ya que era un documental inglés y los derechos eran por esa noche y nada más. Las imágenes mostraban a Jackson feliz, jugando con un grupo de niños que lo empujaban a la piscina, que se escondían entre los árboles, un Jacko radiante, como pocas veces lo hemos visto en sus apariciones públicas. Jackson jugaba y reía, y los niños también. Pero Víctor nos abría los ojos, apuntaba al negro-blanco diciendo que estas actitudes eran las de un pederasta, que esos niños no sabían lo que les pasaría, que era propio de un enfermo estar feliz sólo con niños. Víctor se sobó las manos por última vez y sonrió mientras sentenciaba: ""Es un alivio para los niños que iban a venir, los del coro que él estaba pidiendo, niños de dos razas. Yo sabía que iba a haber problemas otra vez, y también por el hijo mayor, que era un niño en riesgo que no iba al colegio, que no tenía acceso a jugar con otros niños, no tenía derecho a amigos, no tenía derecho a estar en lugares públicos, entonces siempre lo vimos como un riesgo" y terminó diciendo "Aquí los que descansan son los niños".
Bueno, ayer todos supieron la verdad. Jordi, quien no lleva aquel nombre ya que se lo cambió para cuidar su persona de los ataques e insultos que le proferían los fanáticos de Jackson, dio un comunicado. Su conciencia, ese Pepe Grillo que pocos tenemos sobre el hombro, le hizo hablar. Y lo que dijo dejó a todo el mundo molesto, enojado y con una sensación de desazón muy grande. Jordi se desdijo de cada una de las acusaciones que había formulado contra el cantante. Nunca en su vida se sintió atacado, Michael no le tocó un pelo, no hubo abusos ni pedofilia. Jordi dijo que todo había sido una idea de su padre para sacarle dinero al artista de la piel albina. La conciencia, esa cosa que nos molesta tanto, estaba dando un último adiós a Jackson, lavando su imagen de toda la mierda que se le lanzó por años.
Y Víctor enmudeció. No ha vuelto a aparecer. No ha hablado en ninguna radio, los canales no lo han ubicado. Parece que la tierra nos hizo un favor y se lo tragó. Tal vez la vida es justa después de todo, porque cuando Víctor pensó que podría hacer aún más negocio, que sus declaraciones marcarían la pauta en las futuras biografías del cantante, en que su libro se volvería a editar y en que sería la voz cantante de la causa contra los artistas que se creen dioses, llegó la declaración de Jordi que tiró todo por tierra.
Ahora me lo imagino solo, en una habitación de su casa, sentado sobre la pila de libros que nunca va a poder vender.
miércoles, junio 17, 2009
Un buen padre
sábado, mayo 30, 2009
Our version of…
Hoy voy a compartir una confidencia con ustedes. Es mi secreto y lo guardo desde hace años. La genialidad de mis líneas no viene de la inspiración divina, de la llamada del señor o del uso de las drogas alucinógenas. No. Mi gran catalizador de ideas es la ducha. No sé por qué razón específica me sucede, pero cada vez que me baño mi mente comienza a vagar por varios estados de ideas, conceptos, realidades paralelas y algo de shampoo. Y es que como tengo el pelo largo y me gustan las duchas eternas, este momento del día lo disfruto a concho; y mi mente también.
Así hoy comencé a desvariar como todos los días y me vino una idea a la cabeza. Siempre que vemos algo, es algo que ya hemos visto antes, nos recuerda a algo o alguien o simplemente es una copia de otra cosa. Nos pasa en la TV, el cine, los libros, pintura, música, parques, edificios, maneras de hablar, ropa, en todo. Incluso en la religión vemos casos de copias descaradas, creencias truncas y profetas comunes. El diluvio y el apocalipsis están en casi todas las religiones y mitos populares del mundo… raro, ¿no?
Bueno, el punto es que en estas divagaciones me puse a pensar en la conversación que tuve con mi amigo Juanito en la grabación de un segundo podcast. En una parte hablamos de qué superhéroe querrías haber sido o cual te gustaba cuando eras chico. Obviamente pensé en Spiderman. Toda esa energía, el que era un joven inexperto, no todo lo resultaba, etc. Y por supuesto también recordé cuando volaba colgado de sus telas de araña que agarraba de los edificios más altos de Nueva York. Y fue entonces cuando la imagen se me vino a la cabeza y vi la copia, el manejo de otra historia y cómo había sido engañado hasta el día de hoy. Spiderman es un Tarzán de ciudad.
Claro, porque si nos damos cuenta, Tarzán era la franquicia que más vendía en esos años, tenía la mayor cantidad de películas y quien lo interpretase se convertía automáticamente en sex-symbol y famoso interestelar de Hollywood. Así que es obvio que los productores de comics quisieron llevar este tema un poco más allá y dejar las historias salvajes y selváticas (que ya se estaban volviendo monótonas) para pasarlas a la vida citadina de las grandes metrópolis. Y fue entonces que todas las piezas comenzaron a encajar. Peter Parker no tiene padres, al igual que Tarzán. Ambos fueron criados por hembras que no podían engendrar (la de Tarzán era mona, por supuesto); ambos presienten el peligro; usan lianas o cuerdas para avanzar más rápido por el aire; se colocan sobre lugares elevados para acechar a los enemigos; la novia de Tarzán se llama Jane y la de Spiderman Mary Jane; ambos son perseguidos por sus habilidades y quieren ser mostrados como fenómenos (el cazador y el profesor del museo de Londres en el caso de Tarzán y J. Jonás Jason en el caso de Spiderman); ambos son inexpertos en las relaciones sociales y bastante jóvenes. ¿No es obvia la similitud?.
Así que ahora estoy desenmascarando a todos los héroes que están basados en otras cosas. Por ejemplo Hulk es una versión remozada de Popeye, porque éste siempre necesitaba de las verdes espinacas cuando se enojaba y necesitaba dar golpes (Hulk era verde y se volvía grande y fuerte cuando se enojaba). Batman y Robin son una copia del Llanero Solitario y su Indio Toro, incluso Robin usa el mismo antifaz del vaquero enmascarado. Flecha Verde es una copia descarada de Robin Hood; Flash es la versión moderna del dios griego Mercurio; la Mujer y el Hombre Halcón son una versión unisex de Thor, el dios del trueno de los bárbaros germanos y el Capitán Planeta es una mezcla mamona entre los 4 Fantásticos y el movimiento del orgullo gay.
Pero el caso más flagrante de copia es Superman. Este personaje, quien ostenta el título del mayor héroe de todos, es la caricatura de Jesús. Piénsenlo. Es el único ser que llega desde el cielo como un niño, cae a una granja donde es cuidado por un hombre viejo. Crece entre humanos normales hasta que en su edad adulta (pasa de los 30 años) se vuelve en el superhéroe que todos conocen. Además puede volar, caminar sobre el agua, emite luz, salva vidas, no puede morir porque es un ser que viene de fuera de este mundo, da paz y tranquilidad al mundo y crea una liga de justicieros que él comanda, que trae la verdad y la paz al mundo entero.
Entonces, ¿que es verdadero y que no?. Pareciera que todo ya fue escrito alguna vez… ¿o pensaban que los Jonas Brothers eran originales?
jueves, mayo 21, 2009
Podcaster
Bueno, como la tecnología nos consume, he sido parte del hijo digital de mi amigo Juan Oróstica, el podcast “Esta conversación podría ser grabada”.
PARTE 1
Que las disfruten
miércoles, mayo 20, 2009
Marco, el meteorito político
martes, mayo 05, 2009
El hombre que está desangrando a la TV
Cuando hace algunas semanas supe la noticia, no lo podía creer. Sí, el viejo general de generales, el hombre fuerte, el tipo que se creía dios en TVN había sido cesado de sus funciones como Director de Programación, el cargo más importante a nivel de contenidos dentro de la televisora estatal. Sí, el Director de TV ascendido hace algunos años a ese cargo y su suche habían sido despedidos. Vicente Sabatini y Pablo Ávila se habían convertido a sí mismo en amos y señores de la TV local, sacando y poniendo a su sola voluntad y egoísta preferencia los programas, capítulos o contenidos que a ellos se les ocurría. Fue así como el área de prensa se vio atrapada en la vorágine de las cancelaciones, las reprogramaciones, cambios en la parrilla, despidos, etc, en pos de programas de alto contenido cultural e informativo, pero además de mucho rating como “El juego del miedo” u “Hombre al agua”. Sabatini cometió error tras error que demostraron no sólo una gran incapacidad al momento de gestionar una malla programática que sólo privilegiaba las producciones dramáticas, sino también una falta de respeto hacia el espectador. Y es muy probable que como todos los directores famosillos haya dicho “¿y el público qué? no tienen idea qué quieren ver”.
Pero lo que no sabía Sabatini es que el rating se basa en personas, no en animales o muñecas de trapo. Y toda esa tozudez y altanería lo terminaron alejando del vulgo que lo hizo tan grande en las teleseries. Porque la gente se dio cuenta que los programas se los cambiaban a cada rato de horario, que comenzaban a repetir los capítulos de temporadas anteriores en medio de la temporada actual, que los nuevos lanzamientos eran malos, que los rostros eran siempre los mismos y los contenidos, de no ser por el área de prensa, eran de lo más escasos. Por suerte TVN terminó por darse cuenta y algún gerente por ahí hizo sus movidas y terminaron sacándolo, no sin antes mediar una teleserie (propia de él) en que su elenco y sobretodo su mujer, el rostro ancla de las telecebollas nacionales, decidieron hacer un reclamo, golpear la mesa y llorar en los pasillos para evitar que el dios televisivo fuese echado a la calle. Pero nada sirvió. Sabatini se fue sin vuelta atrás.
Pero aún queda otro imberbe que está haciendo trizas la TV nacional. En la estación católica, la UCTV, está Vasco Moulián. Este actorcillo de segunda tiene mucho talento para los proyectos infantiles, con los cuales se dio la fama de “hombre rating” cuando ya nadie veía el canal 13. Gracias a “Los Pulentos”, “Diego y Glot” y “Cubox” Vasco logró ser considerado para el cargo de Director de Programación del canal monacal. Pero el error de su nombramiento no se dejó esperar. Apeló a todo para hacer sucumbir al televidente promedio con comedias de poco contenido, enredos estudiantiles, teleseries sin gusto ni identificación con el público y ensalzando a la Feña y a Amango como el fin último de la TV del mañana. Y es verdad que el público adolescente está agradecido, pero ¿a qué costo?.
La verdad es que ni Sabatini ni Moulián tienen la capacidad de ver hacia el futuro el daño que ya han hecho. Si, porque cuando el gobierno está en el mejor pie para apoyar la industria audiovisual nacional con más fondos que en toda la historia de nuestro país, estos tipejos se dan el lujo de rechazarlos e incluso de dejar de exhibir trabajos que ya habían sido aprobados por ellos, como la miniserie documental de APLAPLAC “Chile Serio” que por lo visto jamás saldrá al aire; o la segunda temporada de “Gen Mishima” que había tenido muy buen rating; la cancelación de “Tierra Adentro”, etc. Y Chile sabe que su televisión es una mierda, pero prefiere ver los recocidos de “Video Loco” desde 1980 hasta ahora, ver los videos más asombrosos de choques, reírse con las rutinas de los ‘90, sólo para olvidar que estamos en la crisis económica mundial. Y el problema es que la alienación no es la solución. La risa ayuda, pero cuando termine el día las deudas estarán igual ahí, las cuentas llegarán por debajo de la puerta, los niños tendrán que ir al colegio y todos se darán cuenta que en la tele no vieron nada que valiera la pena.
Gracias por esta mierda, Vasco y Vicente.
martes, abril 28, 2009
Casa sobre ruedas
Cuando Alejandro Chávez de “Viva la mañana” hizo el primer contacto con el estudio central durante las primeras horas de hoy, comenzó a hacer la revisión en terreno de una denuncia que los vecinos de Estación Central había realizado por el hallazgo de un camión abandonado luego de los operativos antidrogas de las policías en los barrios del sector centro y poniente de Santiago. El robusto periodista se acercó al vehículo completamente rayado buscando explicar que los vecinos temían por el estado del mismo, que se había convertido en el refugio de varios vagabundos y que pronto se podría convertir en un foco de delincuencia para el barrio. Mientras en el estudio explicaban nueva e innecesariamente la situación, Chávez llegó junto a la puerta del camión y escuchó movimiento en su interior. Con mucha autoridad llamó y le pidió a la persona que habitaba el camión que saliera a la calle y le explicara por qué se había apropiado del vehículo. El hombre que se notaba bastante joven, se negó en un principio al ver la presencia de cámaras de TV. Pero Chávez insistió, buscando encarar a lo que presumía un indigente drogadicto.
Mientras en el estudio lanzaban la cortina comercial de turno, Chávez logró que el vagabundo saliera del camión. Era un joven que bordeaba los 20 años llamado Sebastián, que de forma muy educada y muy buenos modales comenzó a explicar por qué se encontraba en ese lugar. Su madre engaño a su padre cuando él tenía 3 años y se fue de la casa con su amante. Como éste no quería al niño, ella (la madre del año) lo entregó a unos tíos que se hicieron cargo de muy mala gana. Fue así como este niño se esforzó por sacar sus estudios adelante hasta que, en enseñanza media y con 14 años, se fue de su casa porque no soportaba el trato que recibía. Así deambuló por muchas partes, desde casas de amigos, familiares, hogares e incluso la calle. Trabajó en todo lo que pudo. Y conoció a una niña de nombre Charlotte a quien dejó embarazada y que dio a luz a su hijo Kurt que ahora tiene aproximadamente 1 año. Sebastián tenía trabajos temporales hasta hace unas semanas cuando lo echaron y no tuvo más que quedarse a la espera de un nuevo empleo. Como la vida no había sido buena con él era obvio que no tenía un lugar digno donde vivir. Hace unos 6 meses encontró el camión abandonado y lo hizo su hogar.
Charlotte por su parte fue abandonada a los 10 años por su madre en un hogar, donde estuvo hasta los 16, cuando empezó a trabajar. A los 17 conoció a Sebastián, se enamoraron y quedó embarazada. Como quería superarse, mientras avanzaba su embarazo hizo su enseñanza media hasta segundo año medio en un 2 en 1. Trabajó y estudió hasta que tuvo a su hijo. Fue ahí cuando la necesidad la obligó a ir a un hogar. Se quedó por 6 meses en él hasta que tuvo que retirarse dejando a su hijo, ya que no soportó el tener que escaparse cada vez que quería que Sebastián viera a Kurt. Como no tenía hogar, Charlotte se fue al camión, mientras buscaba un trabajo que nunca llegó, ya que a pesar de tener 18 años su apariencia física es de una niña de 15 y además no tiene una dirección real, por lo que los empleadores no se arriesgan a contratarla.
Chávez y los animadores del estudio estaban pasmados. No podían dar crédito a lo que oían. Dos jóvenes esforzados clamaban por una oportunidad y el mundo les daba la espalda sin mediar palabra. Las gargantas flaqueaban en los conductores del matinal y Chávez buscó que los jóvenes tuviesen algún tipo de ayuda para solucionar su problema. Desde el estudio la blonda Hansen llamó al público a estirar la mano solidaria que tanto dice tener el chileno, pero que tanto se extraña cuando no hay Teletón. Y comenzaron a sonar los teléfonos, la gente del barrio salió a la calle, incluso los mismos que habían denunciado la situación se acercaron a ver a quienes necesitaban de tanta ayuda. Se acercaron con comida y buenas intenciones, mientras en el estudio daban la mención de rigor al suavizante de ropa y volvían con una llamara de un hombre dueño de una panadería en Estación Central que le ofrecía a Sebastián un trabajo que con el tiempo hasta podría llegar a ser un panadero de oficio. El joven se alegró, Chávez se emocionó y Hansen y Lindorfo tragaron saliva evitando que una lágrima se asomara a sus ojos. Fue entonces cuan un segundo llamado fue puesto al aire. Un hombre mayor les contaba que vivía solo hacía varios años porque sus hijos se habían ido y tenía una casa en la que tenía un departamento aparte con dos habitaciones amuebladas. Cuando vio el contacto del matinal vio en Sebastián a su propio nieto de igual nombre y decidió que era hora de dejar la soledad y entregar este lugar a los jóvenes del camión. Les ofreció una habitación, un hogar y el punto de partida para una nueva vida. Todos aplaudieron, mientras los jóvenes sonreían sin poder creer que todo esto les estaba ocurriendo; Sebastián recordaba que no había querido abrir la puerta hace un rato y que quizás si se hubiese seguido negando no habría obtenido nada de la comunidad.
Y luego de esto, vinieron las sonrisas, los abrazos, los datos tras cámara y los comerciales, esos que también veían las personas que ahora se acercaba con comida y gestos de apoyo a favor de quienes hasta hace un hora eran una amenaza para todo el barrio.
Da para pensar… ¿no?
miércoles, abril 22, 2009
Este muerto se entierra solo
Hace tiempo que la carrera presidencial se viene viendo como una pugna entre dos coaliciones. Es sabido que los independientes, disidentes y demases no son considerados opciones porque el chileno promedio no se permite riesgos de ningún tipo. Como dice el dicho “mejor diablo conocido…”
Bueno, en parte por esta razón y en parte por otros factores, Frei es el único candidato que va en contra de Piñera. Y el candidato de la derecha se siente con todo el poder para aplastar tal amenaza. Hasta que se le ocurrió comenzar la campaña en serio.
Y ahí es donde salta la frase: ¿quien te asesora, Seba? Porque nadie puede estarte asesorando si te vas a meter a la casa de una niña que murió baleada en el transantiago y tiene parientes que están metidos en el partido comunista, el barrio es marginal, jamás has entrado en esa comuna,etc, etc. Y luego de esa chambonada donde nadie te llamó, donde te gritaron todos los rosarios que caben en una catedral, se te ocurre hablar en una radio chica de pueblo y decir que si la hija del Ministro de Hacienda hubiese sido una hija de vecino cualquiera, estaría muerta.
¿Quien te asesora? parece que nadie. Porque no sólo te metes en las patas de los caballos: además hablas con propiedad de temas que no conoces; te frotas las manos frente a la moneda cuando en las elecciones pasadas Chile ya te dijo que no te quería; buscas alianzas con ex-demócratas cristianos y dirigentes regionales independientes en desmedro de tu aliado de toda la vida; apareces en televisión en todos los canales haciendo de todo por figurar incluso teniendo tu propio canal.
Y aún así, estás perdiendo popularidad. Claro, porque la gente ya no es como antes, se siente con el poder de increpar a todos quienes les mienten, a quienes prometen y no cumplen, a llevar a la justicia a los estafadores, a los coludidos y a los que se lavan las manos. Chile es muy distinto al de principio de los ‘90, al que alguna vez vio Piñera como los rieles de su locomotora, la que una y otra vez se ha descarrilado en este largo camino de 20 años en busca de la presidencia de Chile.
Y si sigue dando estas declaraciones y haciendo estas ridiculeces, de seguro serán 20 años más.
sábado, abril 04, 2009
Crónica de una muerte anunciada
Cuando vi por primera vez su cara en la televisión, en los albores de este año, vi la muerte en sus ojos. No se cómo explicarlo, pero siempre supe que Felipe Cruzat, el niño que esperó durante meses un corazón que nunca llegó, se iba a morir. Algo me hizo sentir que tenía la muerte grabada en su rostro. Lamentablemente el tiempo me dio la razón.
Felipe dejó este mundo a pesar de todos los esfuerzos que su familia, los médicos, los organismos gubernamentales e incluso los equipos médicos de otros países hicieron todo para evitar su muerte. Y lo que más duele es que pudo haberse salvado. No es necesario que le demos muchas vueltas al asunto: el chileno es miedoso y cagón. Se llena la boca con que somos un país solidario, que nuestra gente es acogedora y que siempre da lo mejor de sí; pero al final del día, siempre nos damos cuenta que los chilenos son bastante egoístas. Y no hablo sólo del corazón que nunca apareció, hablo de la poca importancia que todos le dan al problema.
A nadie le importa porque a nadie le interesa la desgracia ajena. Sólo esperamos que pase para después demostrar con lágrimas en los ojos que realmente sentimos pena por el caso. Pero la pena no sirve de nada. La pena es pena, no son leyes, no es una nueva forma de pensar, no da un giro a todo lo conocido. La pena es como el miedo, paraliza. Y lo hace a tal punto que cuando se nos quita nos olvidamos de la razón de nuestra tristeza y volvemos a ser los mismos tipejos cagones de siempre.
Pero esperen todos el momento en que les pase a ustedes. Cuando le toque a tus padres, tu pareja o tus hijos, seguramente vas a cambiar de opinión y correrás a pedir un transplante, abogarás por la ayuda del gobierno, invocarás a Dios y su divina providencia para que tu familiar soporte todo. Y seguramente tu pariente se va a salvar, pero no por tus ruegos. Se va a salvar por la ley “Felipe Cruzat” que es un proyecto que se está votando en el congreso para que todos seamos donantes, excepto quienes firmen un papel en que admiten que no lo quieren ser. Es la única forma que se les ocurrió para remecer a la masa de flojos, ignorantes, indolentes o simplemente indiferentes que llena nuestra sociedad. Y tal vez no sea mala idea. Porque al chileno le gusta esperar todo. Le encanta que piensen por ellos, voten por ellos, les digan que hacer, cuando y donde vivir y bajo que parámetros su vida se debe mantener. El chileno no quiere cambios, los espera.
Por eso me da rabia. Porque Felipe murió esperando. Murió por la indiferencia de todo un país que habló de qué había que hacer, pero que nunca hizo nada.
jueves, marzo 26, 2009
Chile está enfermo
Hace años que Chile tiene una enfermedad crónica: la estafa. Y no sólo hablo de tipejos inescrupulosos que engañan con el “pepito paga doble”. Hablo de los ladrones de cuello y corbata que hacen lo que sea por ganar muchísimos millones más de los que ya ganan. Y es una práctica que se vuelve cada día más común.
Parecían lejanos los tiempos de Dávila y sus robos en Codelco (aunque a todos nos pareció que sólo fue un chivo expiatorio), de los impuestos impagos de rostros televisivos, los contratos truchos de los malls y una suerte de avalancha de casos que se fueron destapando con la llegada de la democracia y la apertura de los medios de información.
El problema suscitado actualmente se lo debemos a quienes le hemos confiado nuestra recuperación en caso de enfermedades: las farmacias. Estos conglomerados que han crecido como la maleza, que nos han impuesto una suerte de sobrepoblación farmacéutica, donde cada 2 cuadras nos encontramos con una farmacia (de cualquier color) se han dedicado a concertar sus tarifas y elevarlas hasta un 300% y más. Es así como terminamos pagando $21.000 por remedios que originalmente costaban $7.000. Y todos nos dimos cuenta que los precios eran altos, pero pensábamos “uy, cómo estará de caro en las farmacias chicas”. Claro, porque nuestra enseñanza social nos indica que en esta economía de libre mercado, mientras más cantidad, menor es el precio. Pero en este caso, muchos remedios estaban 3 y hasta 4 veces más baratos en las farmacias de barrio que en las cadenas.
Otro aspecto es el cuerpo médico, quienes recetan tal o cual medicamento que el laboratorio les dice que tiene la formulación indicada, pero que jamás recentan el genérico, que hace exactamente lo mismo y por una fracción del precio. Así es como enfermos crónicos, diabéticos, etc, han tenido que dejar de comprar los remedios porque es imposible para ellos pagarlos. Yo mismo he tenido que pagar a veces una cuenta de 50 lucas por una serie de remedios, lo que para cualquier presupuesto es desmedido.
Este sistema siempre ha beneficiado al pez grande, pero ya es hora que nosotros, los pobres pirigüines del capitalismo, nos hagamos respetar. Debemos generar acciones legales para llevar a juicio a estos ladrones que además tienen la desfachatez de ofrece 1 millón de dólares para acción social cuando cada un granó casi 20 millones con estas alzas.
Si dicen que no se puede devolver, tenemos una chance. Nadie guarda las boletas, pero todos estamos inscritos para los famosos descuentos y quienes tienen AFP cuentan con otros descuentos que también se logran dictando el rut. Así que toda esa base de datos se puede usar para devolver los dineros que nos han robado con una sonrisa cínica detrás del mesón de cada una de esas farmacias.
Necesitamos exigir cárcel para los farmaceutas estafadores, una devolución completa de nuestros sobrepagos y una nueva ley que nos proteja de esta calaña que, aunque nunca dejará de existir, debemos controlar a como dé lugar.